El gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva (PT) mostró gran preocupación por la orden de arresto emitida el pasado lunes (2) por la Justicia de Venezuela contra Edmundo González, opositor de Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales de julio, según un informe del periódico Estadão. En conversaciones privadas, Lula expresó que Caracas se está alejando progresivamente de la comunidad internacional.
La Fiscalía General de Venezuela solicitó la detención de González por desacato, tras haberse ausentado tres veces a declaraciones en un caso judicial venezolano que investiga fraude electoral.
El Ministerio Público acusa a González de falsificación de documentos, asociación delictiva, conspiración, delitos informáticos e incitación a la desobediencia de las leyes después de haber creado y mantenido un sitio web con actas de votación que demostrarían que la oposición ganó las elecciones.
Según el análisis del Itamaraty, el país vecino ha mostrado señales de desinterés en las negociaciones. Aunque Lula aún no califica a Maduro como dictador, sus interlocutores afirman que el presidente ya reconoce el avance del líder venezolano en una trayectoria autoritaria.
El ministro de Relaciones Exteriores, Mauro Vieira, se reunirá con Lula este martes (3) para discutir la escalada de la crisis en Venezuela.
Recientemente, Lula ha endurecido sus críticas a Maduro, afirmando que el líder venezolano debería enfrentar las consecuencias de sus acciones. El presidente Lula también declaró que no reconocería la victoria de Maduro ni de González hasta que se divulgaran los boletines de urna. El pasado día 22, el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela declaró a Maduro ganador y prohibió la divulgación de las actas de votación.
A pesar de la decisión de la Corte Suprema venezolana, que ratificó la victoria de Maduro en las elecciones presidenciales, Brasil mantiene, junto con Colombia, la postura de no reconocer la victoria de Maduro y exige la presentación de las actas de las mesas electorales, que hasta ahora el gobierno se ha negado a presentar.
Según Estadão, existen divergencias en el gobierno sobre el enfoque a adoptar en relación con Maduro. Mientras que asesores de Lula en el Palacio de Planalto defienden una estrategia que mantenga "puentes" abiertos para el diálogo con Caracas, Itamaraty, por su parte, considera que cada vez hay menos margen para concesiones ante el fortalecimiento del régimen autoritario en Venezuela.